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Estudiar en España con Erasmus+: Conquistando Bilbao en silla de ruedas

Vivir aventuras durante un semestre en el extranjero fue el deseo que Erasmus+ le cumplió a Lukas Gloßner (23), estudiante en la Universidad Técnica de Ingolstadt. En Bilbao, el jugador profesional de baloncesto en silla de ruedas no solo realizó sus estudios y disfrutó de la vida, sino que también celebró éxitos deportivos.

Museum in Bilbao

Solo tuve la oportunidad de atender normalmente el primer semestre de mi bachelor "Digital Business" antes de que empezaran las clases en línea por COVID. Durante mi quinto semestre, cuando apenas habíamos regresado a los cursos presenciales, noté que mucha gente no estaba en el salón de clases. La mayoría publicaba historias en Instagram de sus experiencias durante semestres en el extranjero. Ahí me di cuenta que me estaba perdiendo de algo, hice de tripas corazón y decidí pasar mi séptimo semestre en el extranjero. Ese plazo me dio suficiente tiempo para preparar todo. 

  • Foto von Lukas G.

    Ya que juego baloncesto en silla de ruedas a un alto nivel, busqué una plaza en el extranjero en la que también pudiera entrenar y avanzar en mi carrera deportiva.

    Lukas Gloßner pasó una estancia Erasmus en Bilbao.

Preparaciones para el semestre en el extranjero

Ya que juego baloncesto en silla de ruedas a un alto nivel, busqué una plaza en el extranjero en la que también pudiera entrenar y avanzar en mi carrera deportiva. Por eso investigué universidades y equipos deportivos. El International Office de mi universidad me aconsejó cómo conseguir un semestre en el programa Erasmus con silla de ruedas. Mi coordinador gestionó lo necesario para que todo saliera a la perfección.

Yo ya conocía Bilbao de un viaje escolar y me gustó mucho. En mi opinión, la ciudad tiene la mejor división de baloncesto en silla de ruedas en Europa. Al fin y al cabo, me lo jugué todo en una carta y postulé a la Universidad del País Vasco (UPV). Tuve suerte – me dieron justo una plaza en Bilbao. Después de haber recibido la confirmación, tuve que completar el Grant and Learning Agreement, un proceso bastante largo relacionado con ayuda financiera y los puntos ECTS convalidados. Lo bueno fue que recibí toda la información por e-mail; así supe qué tenía que entregar y hasta qué fechas. Siempre tuve contacto estrecho con la universidad para informarme sobre los cursos que ofrece.

Subsidios y social top-ups con Erasmus+

Mi futura vivienda en España era un tema muy importante para mí, ya que tenía que ser accesible con la silla de ruedas. Hubiera sido muy difícil encontrar un apartamento para mis necesidades desde Alemania. Afortunadamente, el club deportivo me proporcionó una vivienda adecuada. Estoy muy agradecido de haber recibido subsidios adicionales por mi discapacidad. A los 16 años tuve un accidente de ciclomotor muy grave que me dejó parapléjico, o sea no siento nada desde mi tórax para abajo y no puedo mover mis piernas. Por esa razón recibí de Erasmus+ un social top-up de 250 euros mensuales adicionales a mis subsidios regulares (390 euros al mes en aquel tiempo).

Independientemente de este complemento, conseguí subsidios extra. Personas como yo, con discapacidad con más de 50 por ciento, pueden solicitar una Realkostenantrag (aplicación para costos reales) en la que se determina la diferencia entre los costes para un semestre normal en el extranjero y uno con exigencias especiales. Por ejemplo, si mi apartamento apto para sillas de ruedas y con elevador hubiera costado 200 euros más, me hubieran reembolsado esa diferencia. Este subsidio era un gran apoyo. Mi semestre en el extranjero hasta acabó siendo lucrativo porque aparte de Erasmus+ tuve la oportunidad de ganar dinero en el deporte profesional en Bilbao.

Cursos de idiomas y entrenamiento de baloncesto

En la universidad de Bilbao asistí a cursos en inglés porque mis conocimientos básicos del castellano no eran suficientes para participar en cursos en ese idioma. Sin embargo, entrenar diario me obligó a ampliar mis conocimientos y hoy me defiendo muy bien con el nivel de idioma que hablo.

Obviamente mi tiempo libre en Bilbao estaba definido por el baloncesto, aún así me tomé el tiempo para las fiestas de Erasmus y reunirme frecuentemente con gente de todo el mundo. Espero que algunos de ellos sean mis amigos para toda la vida. En Bilbao logré ser cien por ciento independiente y sigo estando muy orgulloso de ello. Aprendí a cocinar, lavar ropa y organizar todo. Que te arrojen al agua fría sin que puedas volver a casa fácilmente, te hace dar un gran paso. Me llamó la atención que España es muy adaptado para personas con discapacidad y muy abierto.

Éxito en todos los ámbitos

El semestre en el extranjero me abrió muchas puertas. La estadía en Bilbao me ayudó a desarrollarme tanto a nivel personal como profesional. Al final, el equipo profesional hasta me ofreció un contrato plurianual. Sin embrago, por el momento soy miembro del equipo masculino nacional de Alemania y participo en campeonatos mundiales.

El subsidio por Erasmus+ es un valioso privilegio porque brinda la oportunidad a muchas personas de vivir en otro país durante un tiempo. Seguro que hay estudiantes que no pueden permitirse esos gastos tan fácilmente. Estoy absolutamente convencido que es razonable.

En el futuro, me gustaría seguir con mi deporte y a la vez hacer un máster y tal vez irme al extranjero con Erasmus+ una segunda vez. Me alegraría mucho si alguien que también usa silla de ruedas ahora piensa: “Sí, yo también lo voy a hacer!”

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